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01/07/2002
Alimentos Funcionales – Functional Food
Los productos que contienen compuestos adicionales saludables, denominados “alimentos funcionales”, forman parte de la tendencia alimentaria más significativa para los próximos años. Después de una extensa etapa en la historia de la alimentación de predominio de la necesidad básica de saciedad, seguida de otra de preocupación por las calorías regida por la moda de adelgazar, a lo largo de las próximas décadas los aspectos clave van a ser la salud y la prevención. Japón fue el precursor del desarrollo de los alimentos funcionales. Estos alimentos deben cumplir las siguientes condiciones: · Se trata de alimentos, no de cápsulas o polvo. · Contienen únicamente ingredientes naturales. · Pueden y deben consumirse como parte de la dieta diaria. · Desempeñan una función especial para la salud. El mercado de alimentos funcionales es el que mayor crecimiento está experimentando en todo el mundo. Los alimentos funcionales más conocidos son los productos lácteos pre- y probióticos. Entre los efectos beneficiosos para la salud de los microorganismos probióticos se encuentran una mayor resistencia inmunológica, una regulación de los niveles de colesterol y una acción preventiva frente a las enfermedades cancerígenas. Algunos ejemplos de este tipo de alimentos son las bebidas ACE, los huevos y pan con ácidos grasos Omega-3 y fibras vegetales y las verduras ultracongeladas enriquecidas con vitaminas antioxidantes.
A pesar de que estos productos han ocupado un lugar destacado en la cesta de la compra, sus propiedades beneficiosas están poco extendidas entre los consumidores, debido al obstáculo que supone la prohibición de aludir en su publicidad a enfermedades. Por ello, el consumidor no se ha podido familiarizar con el concepto de “alimento funcional”. En este sentido, se requiere la modificación del marco jurídico europeo en cuanto a la rigidez de la prohibición publicitaria, adaptándose así a la progresiva introducción de nuevos alimentos con funciones positivas.
Es evidente que los efectos beneficiosos deben ser verificados científicamente, si bien se puede afirmar que estos alimentos no son perjudiciales para la salud.
Stephan Oeller RESCOWEB
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