Texto: Brigitte Müller

«¿Desea que le envuelva el resto de la botella?» Cuando proceda de los restauradores de Euro-Toques y del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de La Rioja, esta pregunta será pronto tan normal en los restaurantes españoles como qué postre va a tomarse. Al menos si la botella de vino está aún por la mitad después de la comida.  

«El disfrute se prolonga en casa» es el nombre de esta iniciativa que pretende evitar a los comensales el apuro de llevarse la botella empezada. Por supuesto, también tiene la intención de animarlos a que pidan una segunda botella o a que prueben más a menudo las de clase superior en calidad y precio. Y a los conductores les satisface esta oferta: si el coche está en el garaje, pueden permitirse otra copita.

Pero todavía hay que dar a conocer la iniciativa. Quinientos restauradores pertenecen en España a la Asociación Euro-Toques, y no todos los restaurantes están familiarizados con la campaña, mientras que en otros ya está en marcha. El envoltorio, ideado por el diseñador de La Rioja Enrique Martín, se envió a los restaurantes hace unas semanas.

En Mandalay, restaurante de Pedro Olmedo en el Gran Casino de Madrid, no querían esperar tanto: «Cuando todavía queda más de la mitad de la botella al terminar la comida, preguntamos si los clientes quieren llevársela. Entonces se introduce en una bolsa del Casino», explica el chef. Sin embargo, muchos clientes van al casino después de comer, y allí no quieren cargar con la botella de un lado para otro. En los últimos catorce días, sin embargo, hubo al menos tres mesas que pidieron llevarse el vino.

En El Cenador de Salvador, restaurante de Salvador Gallego, se ofrecen pequeños folletos que explican la iniciativa a los clientes. «Aún es pronto para hacer un balance, pero creemos que la oferta tendrá buena aceptación», dicen en el restaurante de Moralzarzal (Madrid).

En Pedro Larrumbe, para el que firma el miembro de Euro-Toques Jesús Almagro, el jefe de sala, Raúl Rodríguez, espera el pistoletazo de salida: «En cuanto estén aquí los envoltorios, seré yo quien ofrezca a los clientes, después de la comida, llevarse a casa el vino que ha sobrado». Nos cuenta que ya lo ha hecho para la televisión, pero en la realidad comenzará dentro de unos días.

En el Consejo Regulador de la DOC La Rioja se espera fomentar con esta iniciativa el consumo de vino en bares y restaurantes. Se bebe más allí que en los domicilios particulares, un 59 por ciento del vino acompaña a la gastronomía, y sólo el 41 por ciento se consume en casa, con una tendencia al alza. En los restaurantes y bares, sin embargo, el consumo de vino desciende un poco, alrededor del 7,3 por ciento en el primer semestre de 2006 respecto al de 2005, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

En Francia existe la oferta ya desde 2004, y en los Estados Unidos nadie se ruboriza ante un «puede llevarse lo que queda». En España, por el contrario, hay ciertas reglas sociales fuertemente arraigadas. Será interesante ver si los restauradores de Euro-Toques consiguen con esta iniciativa superar absurdas limitaciones sociales, por el bien del cliente. Aunque no hay por qué atribuir necesariamente una demanda escasa al encorsetamiento social: quizá es que casi nunca dejamos en el restaurante una botella a medias...