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18/01/2005
EL ÉXITO DE LA EXPERIENCIA
Cerró el primer día de esta III Cumbre Internacional de Madrid Fusión y cerró con éxito, como no cabía esperar menos. Más afluencia de público que otros años, más empresas patrocinadoras y más ilusión en el ambiente. "Hace dos años - decía un congresista con cierto desdén- no daba un duro por el éxito de esta feria. Hoy -añade, entregado-no podría soportar la idea de no poder asistir a esta fiesta". A esto se llama consolidación. En los asistentes, en los cocineros, en las empresas patrocinadoras, en los jurados, en los organizadores. Ver de nuevo, como se pudo ver esta mañana a los jóvenes alevines de Ferran Adrià y de Juan Mari Arzak por la tarde, discípulos inconfesos de los grandes cocineros que recibieron el Homenaje, el fervor que despiertan siempre Hevé This, acompañado este año por ese gran astro de la gastronomía molecular que es Pierre Gagnaire, y cerrar la jornada con el basileño Alex Atala, no suele ser habitual en la vida de quienes se dedican profesionalmente a la gastronomía con mayúsculas. Y pasear los pasillos repletos de caras conocidas, y stands con toda la oferta culinaria más cualificada y atrevida no deja de ser una pasada. La apuesta gastronómica de Madrid Fusión es una oferta que también hace suya el Ayuntamiento de Madrid, vino a decir el alcalde Ruiz-Gallardón, "ahora precisamente que tenemos que vender nuestra capitalidad de cara al 2012". ¡Qué mejor embajadora que la capitalidad gastronómica del mundo mundial! Por la tarde, entre conferencias y demostraciones magistrales, se fallaron los Premios y Concursos convocados para esta primera jornada. El restaurante Revelación recayó en Íñigo Lavado y el restaurante Kukuarri, del hotel NH Araánzazu de San Sebastián. El Premio al Mejor Servicio de Sala en Restaurante de Hotel, ex aequo al restaurante Drolma, del hotel Majestic de Barcelona, y al SantCeloni, del hotel Hesperia de Madrid, ¡vaya tandem!. Y el de bocadillos se lo llevó Juan José Fajardo, a quien le entregó el premio su patrocinador: el director general de Berlys, Felipe Ruano. Y todo este trasiego de actos, pasillos, copas y saludos, bien aderezado por la comida que sirvió la Comunidad Foral de Navarra a manos del Enrique Martínez y su restaurante Maher, de Cintruénigo. Madrid vive la gastronomía con pasión. En Madrid se habla de gastronomía con fervor, Y en todo el mundo se asiste, boquiabiertos, a estas jornadas ni más ni menos que con el largo centenar de periodistas de los cinco continentes que se han partido el pecho para obtener una plaza en este festejo. Todo sea porque el bien comer y el buen beber nos ayude a andar el camino, como nos dijera Cervantes en este su IV Centenario de El Quijote.
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