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15/05/2009
En estudio una etiqueta para proteger el vino español de las falsificaciones
La medida pretende ofrecer a productores y consumidores los instrumentos necesarios para conseguir que cada vino sea un producto único e irrepetible
España, que acaba de convertirse en el segundo exportador de vinos de mesa envasados del mundo, es uno de los países amenazados por el fraude. Consciente de lo que se juega el sector en el mercado exterior, el Centro Técnico Operativo del Vino (CTOV) está investigando sobre una etiqueta que garantice la calidad y trazabilidad del producto y que colme las expectativas de los bodegueros españoles que desean crear un gran nivel de percepción de calidad para su producto embotellado.
El costo para los productores de protegerse del fraude según el Centro Técnico Operativo del Vino (CTOV), filial de la multinacional suiza SICPA, especializada en tinta de seguridad para billetes de banco y documentos en los cinco continentes, será de tres céntimos de euro por botella en el mercado. El proyecto genuino para España es una etiqueta que aprovecha los conceptos de seguridad de otros sectores, como el de óptica variable de los billetes de banco, con una combinación de dos tintas. El sistema incorpora un código invisible, encriptado entre la cápsula y el gollete de la botella, que queda activado en el momento en que el vino es embotellado y que se imprimirá en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Este código contendrá la información que quieran incluir los bodegueros, accesible a través de una página web.
Pierre Delval, asesor antifalsificaciones de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y miembro de la Comisión de Tráfico Ilícito del Foro Económico Mundial, asegura que “fraudes y falsificaciones están a la orden del día en todas las regiones del planeta, sin respetar ni a los productores ni a las personas” y recuerda que el vino no es una excepción en esta tendencia, cada vez más generalizada. El fraude en el ámbito agroalimentario alcanzó en 2008 un total de 500.000 millones de euros. Para Deval, este novedoso sistema no es sólo una etiqueta de seguridad sino que es el medio para que cualquier persona tenga garantías de que el vino que va a consumir es el que espera.
Fuente: ICEX
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