A partir de ahora, en el norte, en zonas llanas cercanas al mar, la hierba pasa a formar parte de la alimentación de las vacas que originarán esos sabores suaves con toques herbáceos y florales, y la intensidad del sabor a mantequilla se verá acentuada. Los quesos de vaca tiernos y semicurados tendrán al corte un claro color amarillo provocado por la pigmentación de la hierba.

En el sur las cabras y las ovejas empiezan a comer el pasto tierno, los brotes verdes de las plantas aromáticas y hojas de los arbustos y los árboles. Los animales comienzan a estar más tiempo en el campo, y esto contribuye a aumentar la calidad y la cantidad de la producción láctea, que llegará a su máximo en mayo.
Los quesos tiernos de vaca gallegos, cántabros y de los Pirineos, junto con los semicurados de cabra del sur, y las Tortas extremeñas, son los que están en su esplendor.

Si queremos algún queso con cuerpo podemos elegir algún Castellano o Zamorano de otoño, donde ya están muy definidos los aromas a frutos secos y a hierba seca o cereal.

TABLA DEL MES:

Quesos en su punto en la primavera, con toques herbáceos y florales. Tierno Arzúa Ulloa, y semicurado de cabra Ibores extremeño. La Torta en primavera es una referencia obligada.
El Castellano ya más curado con toques a frutos secos y un azul distinto asturiano, La Peral, de leche de vaca con crema de oveja.

Acompáñelos con un blanco aromático o con un tinto roble sin demasiados taninos.


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