Tras 30 años de debate, los ministros de la UE han llegado a un acuerdo para introducir un sistema de patentes común para todos los países de la UE, que pretende armonizar y reducir el coste de las patentes para las empresas de la Unión Europea.  Actualmente, un producto se tiene que patentar por separado en cada país en el que se desea proteger, y el coste de registro de las nuevas invenciones es tres o cinco veces superior al de Estados Unidos o Japón.  Tras un período de transición,  también se establecerá un tribunal especializado en Luxemburgo encargado de vigilar la protección legal de la nueva patente.  La Oficina Europea de Patentes, con sede en Munich, expedirá todas las patentes de la UE y serán válidas en todos los países de la Unión. Se espera que los líderes de la UE aprueben el acuerdo durante una cumbre en Bruselas programada para los días 20 y 21 de marzo.