Poco tiempo para cocinar, la nevera vacía y ganas de comer bien. Que la comida rápida no tiene por qué ser basura ya lo dijo Ferrán Adrià con sus restaurantes “Fast Good”. Que la comida (semi-) preparada puede ser puro lujo lo demuestran Carles Camós y Emili Sabadell con su negocio “Just Married”. Lo suyo son los arroces, la fideuá y la sopa de pescado.

La comida para llevar no era nada nuevo para Carles Camós, antiguo Chef del Little Rock en Platja d’Aro, que en sus mejores tiempos había tenido una estrella Michelin. Los clientes se lo pedían. Los arroces del Little Rock tenían tanta fama y calidad que los comensales los pedían para comer en casa. De eso hace ya 25 años. Cuando la época en el Little Rock terminaba para Camós, se dedicó a tiempo completo a envasar sus apreciados arroces y a venderlos en tiendas gourmet. Poco después apareció el empresario y viejo amigo del cocinero, Emili Sabadell, que durante doce años había dirigido los negocios del Gruppo Agrolimen en China. Los dos se pusieron manos a la obra y desde su fundación oficial como empresa en abril de 2005, “Just Married” ya ha vendido más de 210.000 latas de arroz a banda, arroz negro o fideuá. El año pasado facturaron 630.000 euros, cantidad que pretenden doblar este año.

En su cocina de Palamós trabajan nueve personas. Allí se preparan los sofritos y salsas pensadas para dos o tres personas, que luego se enlatan. Se adjunta un bote de arroz que luego se añada a la salsa. Se prepara según las indicaciones y listo. Las latas no son baratas pero el contenido compensa. Cuestan entre 12 y 17 euros y se venden en tiendas gourmet y, recientemente, también en tiendas Vip’s, sobre todo en Girona y Barcelona pero también en Madrid, Sevilla y Zaragoza. Si quiere probar los arroces de “Just Married” en otras provincias, también existe la posibilidad de pedirlos por Internet. (www.juestmarried.com)

Brigitte Müller