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16/09/2005
La Comisión Europea y el Gobierno USA firman el “WINE ACCORD”
Después de más de 20 años del primer intercambio de cartas, y habiendo negociado durante 15 años, por fin se firmó ayer en Washington el acuerdo que regulará el comercio del vino entre ambos lados del Atlántico, pendiente de abrir una segunda fase de negociaciones en 90 días para resolver el problema de la usurpación de nombres de 17 denominaciones de origen europeas, entre ellas las españolas Jerez y Málaga.
La FEV y FEDEJEREZ expresan su satisfacción por la conclusión de esta primera fase, pero recuerdan la importancia de iniciar con celeridad y al máximo nivel los contactos para que la segunda fase prevista concluya con el fin del uso de los términos “Sherry” y “Málaga” que siguen siendo usurpados en Estados Unidos, con las máximas garantías para los afectados.
Efectivamente, sectores de la importancia del “Sherry”, “Champagne” o “Port”, entre otros, no han podido obtener en este acuerdo plena satisfacción, no obstante USA da garantías para un cambio en el status jurídico de la “enmienda d’Amato” que consagró en el Capitolio la usurpación de una lista de denominaciones de origen europeas. Por otra parte, USA se compromete a proteger los términos geográficos del vino europeo mediante su normativa de etiquetado e incluso en el caso de las indicaciones en conflicto, se acota considerablemente su uso y se establece una “foto fija”.
Por su parte la Unión Europea cede mediante el reconocimiento permanente de una lista de prácticas enológicas no conformes con la reglamentación europea, que ya estaban admitidas, a título temporal. La temporalidad concedida por la UE ha durado 20 años, y esa circunstancia debilitaba a la UE ante la Organización Mundial del Comercio.
Para la FEV y FEDEJEREZ lo más importante en el Acuerdo es la existencia del mismo, porque permitirá un clima de paz comercial entre USA y la UE, mientras que hasta ahora existía un permanente riesgo de represalias comerciales. Los detalles del acuerdo dan idea del clima de buena voluntad que se establece a partir de ahora: ambas partes se eximen de un sistema de certificaciones, que en el caso de las exportaciones europeas podía suponer un mecanismo de regulación y freno en la entrada en los puertos USA, se establecen sistemas de consulta mutuas en las nuevas prácticas enológicas, y se crean sistemas de seguridad y de mutua comunicación que impedirán dificultades al comercio, y que debido a la eficacia y amplio margen de discrecionalidad que da la ley a la administración USA, podían suponer –en la práctica- verdaderos embargos masivos de mercancía. Pero este optimismo no puede frenar los plazos ni rebajar los puntos pendientes de resolver.
Ambas administraciones se comprometen a abrir en 90 días una segunda fase de negociaciones, y se inicia un diálogo permanente en política vitivinícola, lo cual supone un gran paso adelante ya que Estados Unidos había abierto una profunda brecha en el concepto de la viticultura, enfrentando al Nuevo Mundo a la Vieja Europa tradicional. Se espera también que ahora el camino quede abierto para el retorno de USA a la Organización Internacional de la Viña y el Vino.
Queda pendiente la ratificación en Europa del Acuerdo por parte del Consejo de Ministros. Por parte de nuestras organizaciones se espera que los Ministros valoren las ventajas y oportunidades que el Acuerdo ofrece a los vinos europeos en el mercado USA, pero el apoyo de la Administración española debe, necesariamente, estar condicionado a la exigencia de las máximas garantías, tal y como está previsto en la segunda fase de negociación, para dar satisfacción a las posiciones reivindicativas del Jerez y Málaga que, con o sin Acuerdo, son irrenunciables.
Este Acuerdo llega en un buen momento para las exportaciones españolas de vinos a EEUU, que en los últimos cinco años llevan incrementando el valor de sus ventas a un ritmo del 15% anual, frente al estancamiento de las ventas en este mercado de otros países europeos. Fuera de la Unión Europea, el estadounidense es el principal mercado para nuestros Vinos, y sin duda el de mayor potencial tanto en valor como en volumen, y en el que nuestras empresas han centrado esfuerzos comerciales en los últimos años con muy buenos resultados. Para el caso particular de los vinos de Jerez esta realidad hace que este mercado se constituya como la gran esperanza de sus exportaciones, siendo el único país productor que ahora mismo presenta signos positivos en cuanto al consumo de vino, por lo que sin duda un Acuerdo comercial con nuestro principal importador se hace plenamente necesario.
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