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18/03/2004
El Parlamento Europeo debate nuevas prohibiciones publicitarias
Primero afectó a las bebidas alcohólicas y al tabaco, ahora le toca el turno a los productos alimenticios. A finales de marzo, el Parlamento Europeo debatirá nuevas prohibiciones publicitarias. Primero fueron las bebidas alcohólicas y el tabaco, ahora se trata de los dulces. Incluso la publicidad de juguetes, automóviles y productos financieros, ya se encuentra en el punto de mira de los eurócratas: la Comisión Europea intenta, con nuevas prohibiciones, proteger al consumidor de las variopintas promesas de los anuncios publicitarios, de las astutas tácticas seductoras y también de sí mismos. ¿De qué se trata? Se trata de la salud de los ciudadanos y de las consecuencias de la obesidad en la economía nacional y en los seguros de enfermedad. Se trata de los intereses económicos de una industria de miles de millones. También se trata de la base de negocio de los medios que se financian principalmente de la publicidad. Y, por último, se trata del impulso expansivo de una autoridad, que se apodera de más y más campos políticos. De hecho, una lista positiva de Bruselas establece, mediante valores límites exactos, 24 “perfiles específicos de valores nutritivos” permitidos, como por ejemplo, “bajo en grasas” o “sin azúcar”; todos los demás estarían prohibidos.
Un grupo como Danone tuvo que presentar a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria su campaña para el yogur líquido probiótico "Actimel" ("ayuda a tus defensas"), incluyendo “evaluaciones científicas” y propuestas de formulación del eslogan publicitario, “en todas las lenguas comunitarias” (21). Duración del proceso: hasta nueve meses.
Incluso "La fruta es saludable" no debería quedar simplemente así: según la Comisión se deberían “especificar las ventajas para la alimentación y/o la salud".
¿Protección necesaria o locura con métodos?
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